domingo, 25 de agosto de 2013

El ombligo del mundo


Esta mañana, en la playa, he mirado al horizonte, allende el mar
se junta con el celeste. No sé lo que buscaba, ni siquiera sé lo
que hacía, en este estado he respirado hondo, tanto como
he podido, por un momento he sentido . . . algo. Me ha hecho
parecer tan pequeño que mañana volveré para intentar sentir
lo mismo, hacerme pequeño me ha hecho ver lo equivocado
que estoy respecto a ser el ombligo del mundo, me he quitado
un peso de encima, desde ahora sólo seré yo y dejaré que el
mundo gire sobre sí mismo.

domingo, 18 de agosto de 2013

Directo al corazón

Siempre he oído la misma cantinela:
"Nadie es más que tú".
Últimamente hecho de menos su contraria:
"Nadie es menos que tú".


viernes, 16 de agosto de 2013

Deseos




Esta mañana he visto una mariquita, de esas tan bonitas
con sus círculos negros y su color rojo tan maravilloso.
La he recogido del suelo y, sobre la palma de mi mano,
he pensado en un deseo. Entonces, ayudada por mi
soplido, la mariquita ha volado tan lejos como sus
diminutas alas le han permitido.
Terminada la mañana, mi deseo se ha cumplido, el
paseo ha sido de lo más reconfortante y placentero.
¿La moraleja? Hay que desear cosas que se puedan
cumplir, como por ejemplo: un simple y reconfortante
paseo a orillas de la playa, en una mañana soleada y,
sobre todo, hermosa.

domingo, 11 de agosto de 2013

La cueva de las mil preguntas




   Anduve, monte arriba, en busca de la felicidad; pues muy ufana ella
en sus menesteres, se había refugiado, según los más viejos del lugar,
en la cueva de las mil preguntas. Me advirtieron que cuando llegara
a la cueva, para poder entrar y, según a lo que fuera a ella, la montaña
me haría una pregunta que con la verdad debería responder, así qué,
armado de toda mi sabiduría y saber estar, a la vuelta de un recodo,
monte arriba, con la entrada de la cueva vine a dar:
   - "¿Qué es la felicidad?"- sentí que me peguntaba la montaña.
   - Es la búsqueda de la verdad - respondí eufórico.
   La piedra que tapaba la entrada a la cueva, ni se inmutó. Comencé
entonces un sin fin de respuestas y a cada una de ellas obtuve la misma
sentencia: la quietud e inmovilidad de la piedra de la entrada.
   Derrotado por la angustia de mi ignorancia, di media vuelta y, en un
estallido de rabia grité: ¡No lo sé, no lo sé, no lo sé!
   A la tercera vez de mis gritos, la piedra rodó a un lado dejando la
entrada libre.
    No hallé nada en su interior, solo una flor había en medio de la cueva,
que irradiaba luz propia aún estando en la más oscura de las sombras.
Era tan bonita que olvidé lo que había venido a buscar.
   Con el paso de los años, fui entendiendo lo que cueva me respondió:
"Aún en lo más sombrío de la vida, la belleza de la felicidad puede
florecer, sólo hay que cuidarla"

miércoles, 7 de agosto de 2013

Poeta en puertas



  La vida me ha dado una lección, me ha enseñado mi camino
muchas veces pero no he querido verlo - o simplemente no
me di cuenta de ello- Ahora vuelve a mí con más fuerza que
nunca. Me ha enseñado que tanto mal hace el pecado como
no hacer caso del "Don" que llevamos dentro.

domingo, 4 de agosto de 2013

Como luceros.

Os dejo parte de mi nueva poesía . . .



Casi manto cobrizo, sobre bucles revuelto,
cae sobre él desnudo; hombro en suertes ornado
es litigio de mí, de mi amor descubierto:
donde el rizo termina, donde empieza mi vértigo;
de ese valle el esclavo, de ese monte el bombero.
Dos luceros que avientan, me abanican el alma;
Dos faroles cetrinos que atormentan mi sueño;
atormentan mi juicio, atormentan mi sino.

jueves, 1 de agosto de 2013

Contrastes





- La simpleza de la vida contrasta con la complejidad que nosotros
le otorgamos . . .
- La sombra es el contraste entre nuestras apariciones y ausencias . . .
- El rubio de tu pelo y el abanico de tus pestañas contrastan con
el pecaminoso de mis pensamientos . . .
-Lo verídico y cierto de la vida contrasta con lo oscuro e impreciso
de la muerte . . .
-Que un tercio de la población mundial pase hambre, por hacer
régimen, contrasta con la otra mitad que no tiene para comer . . .