viernes, 5 de junio de 2015

Agazapado

Aguardo en silencio mi oportunidad
agazapado con media sonrisa,
la misma que utilicé para enamorarte
la noche que no teníamos prisa.
Lo recuerdo como si fuera ayer,
cuando yo te perseguía entre los almendros
y tú, tú solo corrías...
Cual jabatillo enfundado en sonrisas
ibas jugando con flores violetas,
blancas, moradas de verdes hojas,
como verdes mis ojos de envidia.
Y ahora aguardo en silencio,
con la agudeza de mi memoria,
un nuevo soplo de vida
porque tú siempre has estado
en el prado de los almendros en flor
y yo, yo siempre he estado allí,
en la quietud del silencio,
revestido de tus encantos,
al acecho de la mínima oportunidad.


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